Chiste Número #3588

Había una vez un cine muy famoso en el que trabajaba un acomodador, el cual trataba a los clientes como reyes, los llevaba a sus respectivos lugares y estos siempre quedaban tan contentos que le daban propina. Un día llegó un señor muy avaro el cual no le dio propina al acomodador. Bueno, comenzó la película y el acomodador de cine estaba tan furioso que le dijo al señor avaro:

Oiga, señor, ¡El asesino es el mayordomo!